Hasta hace poco más de un año, su madre doña Angela Albarracín era la mujer más importante de su vida. Reimond Manco se reía de las insinuaciones de algunas aspirantes a vedettes. El tiempo dio la razón a los malintencionados, pues el talentoso jugador se convirtió en todo un don Juan.
A sus 18 años, Rei, como lo bautizó la prensa por sus grandes dotes en el campo, tiene una lista considerable de conquistas. Sin haber cumplido la mayoría de edad ya coqueteaba con una juvenil jugadora de voleibol, llamada Katherine Menéses.
Manco me manda mensajes de texto por el celular, me llama y me ha invitado al cine. La novel deportista contaba a la prensa sobre las insinuaciones que el adolescente pelotero le hacía.
Acostumbrado a ser el centro de atención, tras su exitosa participación en la selección Sub-17 que dirigía el profesor Juan José Oré, el ex jugador de Alianza Lima tuvo su primera reacción de divo. Esa chica está loca, quiere ganar portadas conmigo.
Ahí empezaba a mostrar todas las características de los clásicos casanovas de barrio que niegan a sus conquistas cuando no son correspondidos, pues al parecer esta jovencita ya tenía enamorado.
Poco después posó para una revista junto a la modelo Jazmín Pinedo. Hicieron buenas migas y un programa de espectáculos los ampayó juntos. Las malas lenguas aseguraban que mantenían un romance. No obstante, ambos salieron a negarlo.
Somos amigos y punto, declaró a la prensa la joven modelo y Reimond, algunos años menor que ella, también hizo lo propio, alegando que sólo la conocía por el trabajo que hicieron juntos y que no pasaba nada entre ellos.
Hasta ese momento, los romances de Rei eran sólo especulaciones. No obstante, la primera en salir a hablar abiertamente de una relación con él fue nada menos que la bailarina Cristina Rodríguez. Una mujer de 30 años y muy buena amiga de varios jugadores de Alianza Lima.
A Reimond me lo presentó Pepe Soto en una reunión del equipo. Es un chico lindo y muy maduro para su edad, confesó la bailarina que se arriesgó al comentar sobre ese supuesto idilio, pues estaba reconociendo que había seducido a un joven de 17 años.
Pero todo indica que Manco, a su corta edad, ya se sentía lo suficientemente preparado para experimentar relaciones con mujeres mayores. Cristina se convirtió en su pesadilla, pues se aprovechó de ese desliz para hacerse popular y develar cada detalle de sus furtivos encuentros con el menor de edad.
Reimond admitió que la conocía, no obstante siempre negó cualquier tipo de romance con la rubia con su plata. A sus 18 años, Rei ya no puede tapar ya el sol con un dedo. Su fama de don Juan se la tiene bien ganada.